Hace poco varios informes del gobierno estatal de Chiapas destacaron que los problemas existentes por diferencias religiosas se deben a la intolerancia religiosa de los seguidores del Vaticano con los cristianos evangélicos. A finales de septiembre, los cristianos evangélicos sufrieron un nuevo ataque luego de que una mujer cristiana partiera con el Señor.
Las autoridades de la aldea en Ranchera Yocnajab (estado de Chiapas) no ermitieron que la familia sepultaran el cuerpo en el cementerio local, ya que no habían cooperado con las festividades católicas locales.
Luego de la negativa de los representantes de la Rancheria (la administracion local) los familiares tuvieron que encontrar un lugar para poder realizar el entierro en la ciudad de Comitan (Chiapas), donde sí fueron autorizados para hacerlo.
Unas 17 familias evangélicas del pueblo se negaron a contribuir con el festival religioso desde hace ya varios años. En un esfuerzo por forzar su participación, las autoridades locales les cortaron el acceso al agua y otros servicios básicos desde el año 2016. El problema se debe a la falta de capacidad de muchos funcionarios públicos para proteger los derechos humanos de los afectados por las acciones sectarias de las autoridades locales.
De acuerdo con la agencia Misión 21 gramos, una organización que defiende a los cristianos perseguidos en México. Ciertos funcionarios públicos firmaron acuerdos legales convirtiéndose en cómplices de la prohibición y persecusión evangélica. El ministerio denunció que los funcionarios estatales enviaban las quejas de ciudadanos evangélicos con mucha demora, perjudicando así a los denunciantes.
«La comunidad evangélica se quejó ante las autoridades en los diferentes niveles del gobierno, por el tema de las acciones de las autoridades locales, sin embargo no se ha hecho nada para arreglar estos destratos continuos a la libertad de religión o de creencias».
Fuente: Noticia Cristiana