La Sagrada Biblia habla sobre el milagro de resurrección y el testimonio de la pastora Malvina Barcelar, que llegó a ser desconectada por los médicos cuando estuvo internada con un diagnóstico totalmente desfavorable, es una demostración de que Dios actúa de manera sobrenatural.
La pastora dijo que cuando quedó embarazada los médicos dijeron que su embarazo era de alto riesgo, y la recomendación de los médicos era que optase por terminar forzadamente con el embarazo, pasra disminuir así los riesgos de perecer. «Si tengo que perecer, pereceremos las dos. Sin embargo, no terminaré con mi embarazo», dijo Malvina en aquel momento.
Su desición permitió que su hija, Daniela, viniese al mundo, aunque prematura. Aún en la maternidad, Malvina sufrió una grave crísis fruto de un edema pulmonar, y los médicos, nuevamente, dijeron que la situación no tenía salida, porque creían que el organismo de la madre no soportaría ni una crísis más.
La previsión de los médicos se concretó, y Malvina sufrió una nueva crísis, lo que hizo que su hermana llamara a varios cristianos a reunirse y realizar una cadena de oración por Malvina.
«Yo sentí cuando mi espíritu salió de mi cuerpo y realmente me estaba yendo, pero cuando escuché la oración de la pastora Esmeralda mi espíritu se conmovió», dijo Malvina, enfatizando la importancia del clamor a Dios. «Siempre digo que hay poder en la oración, no importa donde usted esté. Mi espíritu estaba camino de encontrarse con mi Salvador y oí aquella oración. Yo oré en mi espíritu y dije también: ‘Dios, si el Señor quiere que viva, que me sane'».
Simultáneamente, los médicos ya habían decidido desconectar el cuerpo de Malvina de los aparatos: «Yo escuché cuando la enfermera gritó: ‘Gente, ella está viva!’ Todos los médicos vinieron a verificar que estaba viva. Yo realmente había dejado de existir», recordó la pastora, garantizando que el poder de la oración puede resucitar a personas sin vida.
Aquí pueden ver el testimonio de la pastora (en portugués):
Fuente: Gospel Mais