«Yo no sería salvo si no hubiese sido golpeado literalmente por un tren». Fue con esa inusitada frase que el judío mesiánico Jonathan Cahn comenzó a compartir su testimonio de salvación durante la conferencia «Charisma», en Estados Unidos.
Antes de comenzar a creer que Jesús es el Mesías, John escapó de dos accidentes. En el primero, consiguió desviar su automóvil de un fuerte vuelco y en el segundo, consiguió salir del vehículo antes de que fuera destruido por un tren.
Criado en el judaísmo, Cahn sabía que Moisés encontró a Dios en la cima de una montaña y decidió hacer lo mismo. «Yo no sabía donde estaba, solo encontré una montaña en la oscuridad y subí a la cima», dijo el rabino. «Encontré allí una piedra, me arrodillé y entregué mi vida al Señor».
Años después, Cahn regresó a la misma montaña llevando una Biblia, un manto de oración, una linterna y un shofar. Allí encontró la misma roca y tuvo un momento profundo con Dios en aquel lugar.
Al día siguiente, Cahn estaba predicando en una conferencia cuando conoció a una mujer que sabía todo sobre lo sucedido en la montaña. Ella le etregó una fotografía de un hombre parado en la montaña con un manto de oración y una Biblia.
«Yo le dije: ‘Eso es extraño, porque yo fuí la noche pasada'», relató Cahn. Después de contar su historia con la montaña, él oyó su explicación: «Yo conozco la montaña. Ella está dedicada a Satanás».
«Ellos se reúnen en la cima de la montaña», explicó la mujer. «¿Todavía existe esa piedra donde me arrodillé?», preguntó Cahn a la mujer. «Ése es el altar», contestó ella. «Eso explica mi caminata. No fue normal desde el comienzo», comentó Cahn.
Siervo del Señor
En 1989, Jonathan Cahn inició el ministerio «Hope of the World Ministries» (HOW), con el objetivo de lanzar proyectos evangelísticos para los necesitados. Actualmente es el presidente de a organización, además de ser presidente de una revista y minstrar en radio, televisión e internet.
Fuente: Guiame