El Espíritu Santo incito a un piloto de una aerolínea cristiana a acelerar la salida de su vuelo de Batik Air desde Palu con 140 pasajeros, evitando un inminente desastre con la perdida de muchas vidas.
El epicentro de un poderoso terremoto de magnitud de 7,5 golpeó el viernes 28 de septiembre en una zona montañosa de Sulawesi Central a 48 millas de la capital provincial de Palu. Solo unos minutos después, los deslizamientos de tierra bajo el agua provocaron un enorme tsunami de 10 a 20 pies que se extendió por Palu y otras aéreas costeras.
Las olas se intensificaron por la ubicación de Palu, al final de una bahía estrecha. 1200 personas fallecieron y los pueblos mas pequeños en los alrededores fueron barridos por completo. Debido a la comunicación deficiente en áreas remotas, el numero de muertos incremento dramáticamente.
Para testificar de lo sucedido, Malafella, un piloto cristiano fuerte empezó a cantar en voz alta canciones de adoración en su vuelo de Ujung Pandang a Palu. “Ese dia alabe al Señor lo mas que pude”, expreso Mafella.
Después que aterrizaron, el Espíritu Santo incitó a Mafella una vez mas a despegar rápido. Le dio instrucciones a su tripulación para que tomara un breve descanso de 20 minutos antes de que el avión despegara para Yakarta por medio de Ujung Pandang.
A medida que aceleraban por la pista de aterrizaje, el terremoto empezó a golpear a Palu, ambos pilotos sintieron que el avión se balanceaba de izquierda a derecha. El copiloto musulmán miro a Mafella con una mirada de miedo en sus ojos.
“Si me hubiera demorado no hubiera podido salvar a las 140 pasajeros, porque el asfalto de la pista de aterrizaje se movía hacia arriba y hacia abajo como una cortina que soplaba el viento”, remarco Mafella.
Después miro hacia abajo y vio una visión inusual. “El agua del mar en la costa estaba formando un agujero grande para poder ver los cimientos del fondo marino”, explico. “Vi círculos grandes y me pareció raro”.
Cuando el avión llego a Ujung Pandang le dieron la impactante noticia de que había habido un terremoto y un tsunami en Palu.
“Es importante escuchar la voz del Señor”, asevero Mafella.
“Pase lo que pase tenemos que estar tranquilos y no entrar en pánico para poder escuchar la voz de Dios que viene a nosotros por el Espíritu Santo”.
Fuente: assistnews.net