Corea del Norte, lanzo un presunto misil de largo alcance hacia el mar, lo que sería su primera prueba desde el año 2017, lo que incremento la apuesta en la campaña de presión destinada a obligar a EE. UU. y demás rivales a aceptarlo como una potencia nuclear y así eliminar todas las sanciones.
Para CBN News, el lanzamiento paso luego que las fuerzas armadas de EE. UU. y Corea del Sur, expresara que el país se estaba preparando para el vuelo más grande del misil balístico intercontinental.
De acuerdo con el Estado Mayor Conjunto y el Ministerio de Defensa de Corea del Sur, el posible misil de “Nivel ICBM” fue disparado en él área de Sunan que está cerca de la capital de Pyongyang, el mismo recorrió unos 1.080 kms y llego a la altitud máxima de 6.200 kms.
Esto nos muestra claramente que el misil fue lanzado desde un ángulo superior al normal para evitar golpear las aguas territoriales de Japón.
Makoto Oniki, el viceministro de Defensa de Japón, reporto que los detalles del vuelo habían sugerido un novedoso tipo de misil balístico intercontinental.
Luego de llegar a Bélgica para la cumbre del Grupo de los Siete, Fumio Kishida el primer ministro de Japón, le indico a los periodistas que el misil probablemente aterrizaría cerca de las aguas territoriales japonesas ubicadas al norte de la isla Hokkaido.
Kishida recalco estas palabras: “Esto no es más que una imprudencia total, es por eso que condenamos de forma resuelta dicho acto”.
Para Hirokazu Matsuno, el secretario del Gabinete de Tokio, el misil voló por unos 71 minutos y Japón busco entre los escombros dentro de su zona económica exclusiva para poder analizar la tecnología de las armas del Norte.
Por otro lado, Estados Unidos también condenó la prueba del presunto misil balístico intercontinental que lanzó Corea del Norte.
De hecho, Jen Psaki, la secretaria de prensa de la Casa Blanca, tildo la acción norcoreana como una “violación supremamente descarada” ante las resoluciones del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas que podría desestabilizar la seguridad en la región.
Psaki planteó que: «La puerta a la diplomacia no se ha cerrado, pero Pyongyang debe parar de inmediato sus acciones desestabilizadoras.
Porque Estados Unidos tomará las medidas necesarias para garantizar la seguridad de su territorio y de la República de Corea, incluyendo a los aliados japoneses».
Fuente: Noticia Cristiana