Médico se Convierte a Cristo y Testifica de los «Milagros que la Ciencia no puede Explicar»

En 47 años de carrera, el cardiólogo Roque Marcos Savioli dio testimonio de recuperaciones y sanidades que no han podido ser explicadas por la medicina. A lo largo del tiempo el médico pasó a entender El poder del Milagro luego de que se convirtiera a Cristo y reunirse muchos de estos casos en un libro.

«Pude notar como la fe cambia la evolución de las dolencias. Un médico siempre Busca la explicación para estas cosas, por lo que comencé a buscar a investigar entre la relación de la fe y la sanidad», aseguró Savioli en una entrevista con el diario Tribuna Online.

Roque Marcos Savioli es doctor en cardiología recibido en la Facultad de Medicina de la UCP y trabaja como médico desde el año 1974. En su carrera como médico asistente de la Unidad de Cardioterapia del Instituto de Corazón a Corazón, en la ciudad de Sao Paulo, fue testigo de muchos milagros, sin embargo, el mayor de ellos fue su conversión, la cual ocurrió hace cerca de 25 años.

«Fue cerca de 1996 cuando mi esposa y yo tuvimos un encuentro personal con Dios y cambió Completamente mi Visión», aseguró el médico. «Yo siempre digo que mi mayor milagro fue mi conversión».

Después de reunir los casos en su libro milagros que la medicina no contó, el cual fue publicado en 2001, Savioli se convirtió también en escritor de bestsellers y miembro de la Academia Cristiana de Letras. En marzo de este año, lanzó una nueva versión de su obra, «20 años después: milagros que la medicina no puede explicar».

Al acompañar todos estos casos, el médico buscó referencia de investigaciones y estudios acerca de lo que podría haber influenciado en la mejora de los pacientes. Savioli constató que todas las personas que tenían fe presentaban una mejor recuperación.

«Percibí que las personas que tenían fe se recuperaban más rápido, porque toleraban más las adversidades de los momentos que estaban pasando», aseguró.

El médico también recuerda que desde su conversión encaró su trabajo con una nueva mirada. «Pasé a ver el paciente de una manera diferente, a considerarlo como un todo. No sólo su corazón que está sufriendo, sino como una persona que tiene un órgano que sufre», finalizó.

Fuente: Guiame

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